En un cazo caliente ponemos el aceite y el puerro picado pequeñito (brunoise), rehogamos fuego bajo, tapando el cazo, hasta que esté muy blandito.
Desespinamos el salmón, y picamos fino.
Batimos los huevos, añadimos la leche, el eneldo (al gusto), añadimos el puerro rehogado y el salmón ya picado. Removemos.
En una bandeja de horno untada de aceite añadimos la mezcla y horneamos a 170’ unos 20’ ó 25’. Para comprobar que el pastel está cuajado picamos con un palillo o cuchillo y no debe quedar manchado de huevo sin cuajar.