Cortamos la patata, el calabacín y la cebolla con una mandolina.
En un molde para horno colocaremos todos los ingredientes, en primer lugar pondremos un poco de por toda la superficie interior del molde.
Seguidamente haremos capas con las láminas de la cebolla, el calabacín y la cebolla, iremos poniendo un poquito de aceite y sal entre capas (poco). En este caso hice un pastel de sólo 4 capas, pero podréis hacerlo de más.
Cada 3 capas añadiremos el tomate triturado, un poco de sal, azúcar y pimienta negra.
Terminaremos con la última capa de patata. Sal aceite y por último pondremos la batata.
En la última capa le pondremos el chorrito de aceite. Meteremos en el horno a 180ºC durante 30’. Pasado eses tiempo, pinchamos y comprobamos que todo está bien cocinado y que el tomate ya empieza a quemarse por los lados, y que no queda nada de jugo del tomate.